La Inquisición Española todavía es una referencia de la persecución implacable de disidentes. Quedó abolida en 1834, pero sus restos aun permanecen en la Constitución Española, en los artículos 523, 524 y 525, que regulan "delitos contra la libertad de conciencia, los sentimientos religiosos y el respeto a los difuntos".
Por delitos de blasfemia, el actor Willy Toledo se enfrenta a un proceso judicial, denunciado por la Asociación de Abogados Cristianos por ofender sus sentimientos religiosos.
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